La energía solar fotovoltaica representa la alternativa sostenible y ecológica respecto a la energía convencional que recibimos de las compañías eléctricas para el consumo diario en nuestros hogares, lugares de trabajo, …
Conseguir un autoabastecimiento energético limpio ya sea parcial o total en nuestra instalación eléctrica (ya sea una vivienda, caseta de campo, almacén, nave industrial, …), nos permitirá aprovechar de manera eficiente y responsable las fuentes de energía naturales y renovables, y a reducir el uso de energía producida con métodos más perjudiciales para el medioambiente.
Además, con los kits solares fotovoltaicos para autoconsumo en instalaciones conectadas a la red eléctrica contribuiremos a un ahorro notable en la factura de la luz, aunque también podemos instalar kits solares fotovoltaicos aislados que nos ayudarán incluso a desconectarnos de la red eléctrica y no volver a recibir más facturas de luz.
Ahora bien, dependiendo del tamaño y de las necesidades de consumo eléctrico de cada instalación, será conveniente elegir un número de paneles solares y una determinada potencia para así optimizar al máximo la energía recibida y comenzar a utilizar una energía más verde y natural.
A la hora de la instalación de los paneles fotovoltaicos, debemos tener en cuenta que al juntar más o menos células solares (lo más habitual en los paneles es 36, 60 y 72 unidades), se consigue una mayor o una menor tensión que produce el panel solar y por este motivo se diferencian los paneles de una cierta cantidad de células para instalaciones de 12V (36 células) o de 24V (72 células). La tensión que generan estos paneles es la adecuada para poder cargar un conjunto de baterías de 12 o 24V respectivamente mediante un regulador de carga solar normal o PWM.
En otro artículo veremos cómo elegir el tipo de regulador solar en función de los paneles elegidos.