Es considerada una energía limpia y eficiente. La energía solar térmica no es más que la generación de calor a partir de la energía solar, y que puede ser usada bien sea para cocinar nuestros alimentos, para calentar el agua de consumo doméstico o sencillamente para la producción de la energía mecánica, y con ella, la eléctrica.

Para que comprendamos mejor cómo se produce este tipo de energía, debemos conocer las partes que componen estos dispositivos encargados de transformar los rayos UV en energía solar térmica.

Por ejemplo, los colectores de energía solar térmica, podemos clasificarlos como colectores de baja, media y alta temperatura. En el caso del de baja temperatura, el colector es una pieza usada para calentar agua, mientras que los de temperatura media pueden calentar tanto agua como aire. Por otro lado, los colectores de alta temperatura concentran la luz solar con el uso de espejos o lentes especialmente diseñados y éstos se usan para calentar agua a tal temperatura, que con la generación de vapor se mueven grandes turbinas con las que se genera energía eléctrica a nivel industrial.

Se dice que por su proceso de convertibilidad, la energía solar térmica es mucho más eficiente que le energía solar fotovoltaica. Entonces, respondamos a la pregunta ¿cómo se produce la energía solar térmica?

Muy bien, prestemos atención, para que nos hagamos una idea sobre el proceso de generación de energía solar térmica, los propios colectores solares que habíamos nombrado anteriormente, son los encargados de captar toda la radiación solar posible, en función de sus capacidades ya especificadas. Ya a partir de este punto inicia lo que es el proceso de conversión de la energía solar a la energía térmica, a través de varios sistemas.

Una vez colectada la energía solar, los captadores solares conectados entre si, tienen la misión de transformar la energía recibida en energía térmica, aumentando la temperatura del fluido que circula por la instalación.

Acumulación de la energía solar térmica

Cuando hayamos obtenido la energía térmica, pasa al almacenamiento en un depósito de acumulación de energía para su posterior uso, es decir, el agua caliente que hemos obtenido a través del sistema de captación, es conducida a un lugar de almacenaje.

La acumulación siempre es necesaria ya que la necesidad de agua caliente, por ejemplo, no siempre coincide con esos momentos en los cuales hay mucha radiación, ante lo cual debemos acumular la mayor cantidad de energía térmica posible en forma de agua, para así poder utilizarla cuando se necesite.

Por lo general, un sistema de acumulación de energía térmica está compuesto por uno o más depósitos de agua caliente y su almacenamiento debe ser siempre proporcional al consumo estimado y cubrir la demanda de agua caliente por lo menos dos días.

Distribución de la energía solar térmica

Una vez caliente el medio portador de calor, podemos también trasladar esta energía térmica a otras fuentes más frías, utilizando todos los elementos destinados a la distribución del líquido portador de calor y acondicionamiento a consumo, por ejemplo tuberías, centralita de control, tuberías, bombas, vasos de expansión, válvulas, purgadores, entre otras.

La generación de energía solar térmica ciertamente es un proceso bastante sencillo y en pleno desarrollo que grita fuerte en el mercado energético, por sus cualidades ecológicas, limpias y eficientes.