Aena se propuso transformarse en un enorme productor de electricidad con energías alternativas. El grupo, controlado en un 51% por el Estado español y con una red de 46 aeropuertos en el país, ha diseñado un plan para contar en los siguientes años con plantas fotovoltaicas en una veintena de sus aeródromos de toda España para achicar de forma importante su factura energética (cerca de 75 millones de euros el año pasado) y cortar sus emisiones de CO2 gracias a las energías verdes.

La operación en este momento se encuentra en marcha. El emprendimiento se lleva a cabo bajo un nombre que da escasas inquietudes –Plan Fotovoltaico-, y el consejo de gestión de la empresa ya dió el visto bueno formalmente para crear plantas de energía del sol en los terrenos aledaños de sus aeropuertos con el propósito de producir el 70% de la electricidad que la empresa consume en la actualidad y, de paso, vender parte de la producción en varias zonas en que se genere bastante más de lo primordial. El propósito sería compensar el exceso de producción de unos aeropuertos con el déficit de otros.

Aena ya cuenta en este momento con pequeñas instalaciones fotovoltaicas repartidas en ocho de sus aeropuertos españoles y además con miniaerogeneradores y plantas de cogeneración. Con todos ellos, el último año el grupo aeroportuario acumuló una producción eléctrica de solamente 4,1 gigavatios hora. El propósito del nuevo plan que en este momento comienza es multiplicar por bastante más de 150 esa producción y dispararla hasta los 650 gigavatios hora (GWh) al año, según las estimaciones que maneja la dirección de la empresa.

Nuevos aeropuertos que contaran con plantas solares

La lista de nuevos aeropuertos que se llenarán de cuadros solares todavía no está clausurada y se estudian incontables áreas. Por ahora, la dirección de Aena sabe que se construirán novedosas plantas fotovoltaicas en ambas joyas de la corona de su red, los colosales de Madrid-Barajas (donde ya tiene una chiquita instalación) y Barcelona-El Prat.

Los proyectos de Aena pasan por crear plantas solares en 4 aeropuertos más de aquí a 2023 y agregar otros cinco más antes de 2026. En el catálogo de aeródromos que maneja la empresa para que concurran del plan, y de la que algunos se caerán, aparecen –además de Madrid y Barcelona- los de Málaga, Sevilla, Tenerife Sur, y otros más modestos como Córdoba, Jerez de la Frontera, Zaragoza, La Gomera, Logroño y Reus y también en el pequeño Son Bonet mallorquín, según fuentes no oficiales conocedoras del emprendimiento.

Los proyectos del grupo, que todavía están en una etapa de examen de viabilidad de parte de los distintos desarrollos, pasan por concentrar inversiones de alrededor de 250 millones de euros en los siguientes seis años, según adelantó El País, y que el grupo de instalaciones fotovoltaicas sumen una capacidad instalada de alrededor de 350 megavatios.

La puesta en marcha de todas las novedosas instalaciones de energía solar fotovoltaica y, complementariamente, el incremento de la adquisición de electricidad de origen renovable permitiría a la empresa cortar cerca de un 40% sus emisiones de CO2 –el primordial gas de efecto invernadero- y ahorrar 167.000 toneladas de carbono equivalentes en 2025.

Una de las considerables misiones es hallar que los aeropuertos de Madrid y de Barcelona –que concentran la media total de las emisiones de la red de Aena- consigan ser neutros en sus emisiones de carbono al final de la próxima década, según reconocen desde el grupo comandado por Maurici Lucena. La empresa en otro pilar estratégico de futuro para diversificar capital puso en marcha dos megaoperaciones inmobiliarias en Madrid y Barcelona para conceder suelo para que se instalen cerca de los aeropuertos hoteles, compañías y centros logísticos, y además estudia establecer proyectos semejantes en Mallorca, Málaga, Valencia y Sevilla.

Los aeropuertos apuestan por el autoconsumo

Barajas ya tiene una pequeña planta fotovoltaica, y el campo de aviación de la capital de España termina además de abrir la licitación para crear una segunda instalación además de reducido tamaño (7,5 megavatios de potencia). El Plan Fotovoltaico contempla agregar más producción de energía del sol en los siguientes años.

Más allá de continuar incorporando plantas renovables en el campo de aviación de Madrid, el de mayor tráfico de España, Barajas no conseguirá contemplar todo el consumo de sus instalaciones, que son como una miniciudad. El campo de aviación va a seguir comprando electricidad para cubrir su demanda energética, con el propósito de que tenga origen en la mayoría de los casos en fuentes renovables.

No obstante, en la situación de algunos aeropuertos pequeños la situación va a ser rigurosamente la contraria. Y la producción de las novedosas plantas fotovoltaicas excederá con bastante el consumo del centro. El plan que maneja la empresa tiene un modelo de negocio que va a hacer viable verter a la red el excedente de creación eléctrica y se estudian diferentes fuentes para compensar la sobreproducción de unos aeropuertos de la red y la generación inferior a la demanda en otros.

Esperando que se concreten las habilidades de novedosas plantas fotovoltaicas para cada aeropuerto, son los centros de menor tamaño los que garantizan exceder el autoconsumo y transformarse en productor neto para el sistema eléctrico. Según algunas fuentes, el campo de aviación gaditano de Jerez de la Frontera puede terminar siendo posiblemente el más activo en este campo y el que acabe teniendo un mar de placas solares que será uno de los más grandes en extensión.