Cuando se opta por la energía solar térmica para la obtención de agua caliente sanitaria se está tomando la decisión acertada. Sobran los motivos para plantearse si invertir en equipos que logren proporcionar agua caliente o, también, calefacción sin necesidad de utilizar combustibles fósiles que emiten gases contaminantes y que presenten un alto grado de peligrosidad o tener que contar con aparatos eléctricos convencionales que contribuyan a engordar mes a mes la factura de la luz.
Sin embargo, antes de lanzarse a invertir sin conocer a fondo lo que ofrece el mercado, es imprescindible tener en cuenta una serie de aspectos que nos ayuden a escoger el mejor equipo, es decir, el que se adecue a nuestras necesidades y cumpla con nuestras expectativas.
En muchas ocasiones la inexperiencia lleva a creer que todos los paneles solares son iguales, que sólo difieren en el material que capta la radiación solar y que todos pueden servir para lo mismo, pero en realidad existen muchas calidades de fabricación y elegir un equipo que no le dé problemas a la larga, será todo un acierto.
La placa solar térmica o colector solar, permite aprovechar la energía solar térmica (calor) y puede utilizarse para calentar agua para uso doméstico o industrial, para calentar el agua de piscinas, etc.
Dentro de los paneles solares térmicos podemos subdividir en 3 tipos:
Un aspecto también importante que debemos controlar es qué cantidad de ACS necesitaremos para nuestro uso diario, dependiendo de esto escogeremos un equipo que sea capaz de generar más o menos litros de ACS al día. Cuanta más ACS necesitemos, necesitaremos más colectores solares y un tanque de almacenamiento que sea capaz de contener esa cantidad que queremos convertir en agua caliente sanitaria.
Cuando escogemos nuestro equipo solar térmico, sea termosifónico o de circulación forzada, tenemos que cerciorarnos de que estará preparado para no corroerse u oxidarse, tanto en el interior del aparato como en el exterior.
Los revestimientos tienen que ser de calidad, los depósitos deben incorporar el ánodo de magnesio adecuado (que se debe substituir periódicamente) y el circuito primario tiene que contener el propilenglicol (líquido caloportador con anticongelantes y anticorrosivos) en perfectas condiciones. Los problemas que suelen aparecer en los equipos solares térmicos a la larga, suelen derivarse de no hacer el mantenimiento correcto del mismo manteniendo la protección del depósito (substituyendo el ánodo de magnesio cuando toque) y revisando o substituyendo (cuando sea necesario) el propilenglicol para asegurarnos que sigue estando en perfectas condiciones y sigue protegiendo al equipo.