Ante la elevada inflación y la guerra de precios emprendida por las energéticas, la energía solar se ha convertido en el mejor aliado de los hogares españoles para alcanzar el ahorro y la máxima eficiencia. La inversión inicial se podrá amortizar en poco tiempo, pues la posición estratégica de España le hace disfrutar de una media de 2.500-3.000 horas de sol al año, en función del punto geográfico exacto.

Dicho esto, hay una gran cantidad de energía solar que es desaprovechada al optar por las vías energéticas convencionales que aumentan considerablemente tanto la huella de carbono como las tarifas eléctricas. Pese a todo, el informe anual de la UNEF recoge que en España se instalaron en 2022 unos 4.701 MW solo en plantas en suelo, un 25-30% más que en 2021.

Con respecto al autoconsumo fotovoltaico, se experimentó un crecimiento del 108% hasta alcanzar los 2.507 MW, impulsado en gran medida por el sector industrial. La huella económica total del sector fotovoltaico alcanzó el curso pasado los 21.537 millones de euros, lo que supone un incremento de 75 puntos con respecto al valor de 2021, que fue de 13.039 millones de euros. Además, las exportaciones han aumentado en un 84%. Todo esto supuso la concesión de 197.300 empleos.

Situación por comunidades

Extremadura lideró el año 2022 por cómputo global de capacidad de generación fotovoltaica (5.348 MW) y por capacidad instalada en plantas de suelo (1.467 MW). Le siguen Andalucía con 1.186 MW nuevos y Castilla la Mancha, con 1.125 MW.

¿Se aprovecha lo suficiente la energía solar?

Pese a que 2022 fue el mejor año de la historia para el sector fotovoltaico en España, siendo las previsiones de la UNEF ascendentes para nuestro país, el autoconsumo viene desacelerándose durante 2023, enfocándose la energía solar especialmente en el ámbito industrial.

Todo ello es debido a la ralentización en la concesión de ayudas públicas a familias y particulares para afrontar la transformación energética. De no variarse esta tendencia, sería complicado alcanzar el objetivo marcado por el Ministerio de Transición Ecológica de que en 2030 hubiese en España una capacidad instalada de 76.000 MW de fotovoltaica, 51.000 más de los que existen actualmente.

Aunque en el sector industrial se instaló el 47% de nueva capacidad de producir electricidad con energía solar, en el ámbito doméstico se mantuvo en el 32%, al igual que en 2021, siendo la capacidad instalada en autoconsumo en poco más de 5.000 MW y lejos de los 20.000 MW que espera alcanzar el Gobierno en 2030.

José Donoso, director general de la UNEF, señala que actualmente existen unas 500.000 solicitudes que tardan unos dos años en tramitarse. La lentitud de los procesos administrativos, la subida de los tipos de interés sobre los presupuestos domésticos, la inflación y la habituación de los consumidores a los elevados precios energéticos, han acabado por estancar las instalaciones solares.

Por todo ello, para conseguir mantener al sector de la energía solar y que ésta se aproveche al 100% en España se apuesta por una mayor simplificación administrativa después de que las comunidades suprimiesen la obligación de tener una licencia de obra para instalar los paneles solares. Además, apoyan la idea de sustituir las ayudas al autoconsumo por desgravaciones fiscales, fomentando el autoconsumo colectivo y las comunidades energéticas.

Desde principios de 2022, más del 42% de los españoles han solicitado la instalación de autoconsumo en sus viviendas.

Con la eliminación del impuesto al sol, derogado en 2018 mediante el Real Decreto-ley 15/2018, España comenzó a liderar el mercado europeo con una generación instantánea de en torno al 30% de la demanda eléctrica. Además, a día de hoy algunas compañías distribuidoras permiten que los excedentes acumulados puedan reutilizarse o compensarse con consumos en otro momento, lo que beneficia a los consumidores notablemente.

Comparativa de la energía solar en Europa en términos globales

España superó a Alemania en 2022 como el mayor productor de energía solar de la UE en plantas de suelo, mientras que en autoconsumo volvió a duplicar la potencia instalada pese a la desaceleración.

En términos globales, la UE superó a EEUU como el segundo principal actor mundial en el sector fotovoltaico, instalando un 47% más que en 2021 y superando los 208.000 MW. No obstante, el líder mundial sigue siendo China, que supera los 1,1 millones de MW de potencia instalada y que en 2022 instaló 106.000MW nuevos. Esto supone casi la mitad de los 240.000 MW que se instalaron en todo el mundo durante el pasado año.

Un impulso para el empleo

España debe trabajar por concienciarse más aún sobre el valor de la energía solar fotovoltaica, no solo como método de eficiencia energética y de ahorro, sino también para la generación de empleo. Así pues, en 2022, la huella económica del sector fotovoltaico en la generación de riqueza fue de 21.537 millones de euros, un 65% más que en 2021.

Además, la contribución fotovoltaica al PIB nacional fue de 15.656 millones de euros, un 60% más que en 2021, lo que representa el 1,1% del PIB de 2022. En materia de empleo, según datos de la UNEF, concentra más de 197.000 empleos directos, indirectos e inducidos.